Provincias y CABA

El peronismo chaqueño en crisis: apuntan a Quintela por la derrota electoral

La derrota del peronismo en tierras chaqueñas agitó las internas del Partido Justicialista. Dirigentes nacionales responsabilizan a Ricardo Quintela por la falta de estrategia y cuestionan su liderazgo al frente del partido. La polémica lista de Magda Ayala, otro foco de tensión.

  • 12/05/2025 • 16:03

El peronismo sumó una nueva derrota en el norte argentino y la crisis interna del Partido Justicialista (PJ) no tarda en agudizarse. El batacazo en Chaco, donde el radical Leandro Zdero se impuso con claridad frente al oficialismo local, encendió la mecha de las recriminaciones puertas adentro. Esta vez, los dardos apuntan al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien ocupa una silla clave en la conducción nacional del partido.

Desde sectores del peronismo chaqueño y también desde referentes del PJ nacional, acusan a Quintela de no haber articulado una estrategia electoral unificada, ni de haber sostenido con fuerza la campaña de Jorge Capitanich, que terminó cayendo por diez puntos frente al mandatario radical. La crítica central gira en torno a la falta de presencia nacional del partido en una elección que el peronismo daba por disputada, pero terminó siendo un duro revés.

Magda Ayala, otra pieza clave en la interna

Pero la bronca no termina con Quintela. Una figura que se volvió eje de las críticas es la intendenta de Barranqueras, Magda Ayala, muy cercana al gobernador riojano. Ayala decidió competir con una lista propia, por fuera del armado tradicional del PJ chaqueño, lo que generó un quiebre interno que, según fuentes del partido, terminó de fragmentar el voto oficialista.

En el entorno de Capitanich hay quienes aseguran que “fue una jugada funcional al radicalismo” y que debilitó seriamente la estructura electoral del justicialismo en una provincia históricamente favorable. "No se puede permitir que alguien con responsabilidades institucionales vaya por afuera en una elección clave. Si no hay sanción política, vamos a repetir los errores", deslizó un dirigente cercano al exgobernador.

El vacío de conducción y la urgencia por un recambio

La derrota en Chaco no es un hecho aislado: se suma a una serie de tropiezos electorales del PJ en el interior del país, que reflejan una desconexión creciente entre las dirigencias provinciales y la cúpula nacional del partido. En este contexto, muchos sectores comienzan a plantear con más fuerza la necesidad de una renovación profunda de liderazgos y de métodos.

Ricardo Quintela, quien llegó a la conducción del PJ nacional en un contexto de transición tras el desgaste de Alberto Fernández y la salida de figuras históricas, hoy se encuentra bajo fuego cruzado. Algunos lo acusan de priorizar sus intereses regionales y de no haber logrado construir un proyecto político federal que contenga a las distintas expresiones del justicialismo.

El problema no es menor: sin una conducción clara, el peronismo corre el riesgo de llegar a 2025 con una dispersión electoral similar a la del ciclo 2015-2017, donde múltiples listas compitieron por fuera del sello tradicional, debilitando al espacio en su conjunto.

Desde la Casa Rosada, si bien no hubo declaraciones oficiales, ya se analizan posibles movimientos para relanzar el partido y dar señales de cohesión. Algunos miran hacia los gobernadores con peso territorial, como Axel Kicillof, Sergio Uñac o Gildo Insfrán, mientras que otros sectores vuelven a mencionar la figura de Cristina Kirchner como posible articuladora, al menos simbólica, de una transición ordenada.

Por ahora, lo concreto es que el resultado en Chaco dejó heridos políticos y aceleró los cuestionamientos hacia una conducción del PJ que muchos consideran “desdibujada”. En el peronismo, las elecciones ya no solo se ganan en las urnas: también en la interna.