En declaraciones recientes, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, expresó su descontento con la marcha organizada por la Confederación General del Trabajo (CGT) en conmemoración del Día del Trabajador. Bullrich calificó la movilización como "mínima" y destacó una "disminución significativa en la capacidad de convocatoria" del gremio. La ministra argumentó que este tipo de protestas no contribuyen positivamente al bienestar de los trabajadores y que, en lugar de ayudar, generan molestias y obstáculos en la vida cotidiana de la ciudadanía. "Siempre molestan al trabajador en vez de ayudarlo", afirmó Bullrich en una entrevista anterior. Estas declaraciones se enmarcan en un contexto de tensiones entre el gobierno y los sindicatos, donde el Ejecutivo ha manifestado su intención de implementar reformas laborales y económicas que han sido objeto de críticas por parte de las organizaciones gremiales. La CGT, por su parte, ha defendido su derecho a la protesta y ha señalado que las movilizaciones buscan visibilizar las preocupaciones de los trabajadores frente a las políticas gubernamentales. La confrontación entre el gobierno y los sindicatos continúa siendo un tema central en la agenda política, reflejando las divergencias sobre el rumbo económico y social del país.