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Milei y el FMI: del rechazo ideológico a la alianza estratégica

El presidente Javier Milei, quien en el pasado calificó al Fondo Monetario Internacional como una "institución perversa", ahora celebra acuerdos millonarios con el organismo. Este giro plantea interrogantes sobre la coherencia de su discurso y las implicancias políticas de su gestión.

  • 05/05/2025 • 13:04

A más de 500 días de asumir la presidencia de Argentina, Javier Milei ha evidenciado múltiples contradicciones entre sus declaraciones pasadas y sus actuales acciones. Inicialmente crítico y ofensivo hacia figuras e instituciones, ha pasado a elogiarlas sin retractaciones claras.
Antes, llamó al Papa Francisco "representante del maligno", pero tras su muerte lo calificó como "el argentino más importante de la historia".


También condenaba el endeudamiento estatal, calificándolo de "inmoral", pero recientemente celebró préstamos por 32.000 millones de dólares del FMI y otros organismos. Aunque antes llamó al FMI "institución perversa", ahora lo considera clave para sanear el Banco Central.


Descalificó a Patricia Bullrich como "montonera asesina" y a Luis Caputo como responsable de un desastre económico, pero ambos hoy ocupan posiciones centrales en su gobierno y reciben constantes elogios.
Respecto a política exterior, pasó de rechazar tajantemente hacer negocios con China a buscar inversiones y swaps con ese país, y de condenar la invasión rusa a Ucrania a abstenerse en una resolución de la ONU que exigía la retirada rusa. Estas posturas fluctuantes plantean dudas sobre la coherencia y estabilidad de sus convicciones.




El gobierno de Javier Milei obtuvo la aprobación del Congreso argentino para negociar un nuevo préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para fortalecer la debilitada economía del país, en un entorno de incertidumbre financiera. La decisión fue aprobada con 129 votos a favor y 108 en contra, en medio de un caótico debate y una fuerte presencia policial para contener protestas sociales. El decreto de Milei autoriza el endeudamiento sin especificar detalles como los montos. Este movimiento se produce tras un intento frustrado la semana anterior debido a escándalos y enfrentamientos entre diputados. Hay preocupaciones respecto a la legalidad del decreto y su falta de transparencia, y aunque el oficialismo logró suficiente apoyo, especialmente del PRO, enfrenta críticas severas de la oposición peronista y de izquierda. El gobierno busca entre 10.000 y 20.000 millones de dólares del FMI para estabilizar las reservas del Banco Central y eliminar restricciones cambiarias, mientras enfrenta desconfianza en los mercados financieros.

En declaraciones periodísticas, el ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que "la gente" quiere el préstamo con el FMI. Sin embargo, reconoció que si se envía el acuerdo al Congreso, "el Senado lo va a rechazar porque tiene mayoría kirchnerista, y eso no es lo que quiere la gente". Esta postura ha generado críticas sobre la legalidad y transparencia del proceso, ya que la ley de 2022 establece que el Congreso debe aprobar todo programa de financiamiento u operación de crédito público.

El exministro de Economía, Martín Guzmán, criticó a Javier Milei por abrir la puerta a nuevos saqueos históricos a los contribuyentes a partir de los manejos de deuda pública. Guzmán cuestionó la derogación de la Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, que establecía que la toma de deuda externa en moneda extranjera debía pasar por el Congreso. "¿No era que tomar deuda era inmoral?", le reclamó, citando viejos tuits del Presidente. 

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, elogió la estabilización de la economía argentina bajo el gobierno de Javier Milei tras reunirse con el ministro de Economía, Luis Caputo. Aunque no se detallaron avances específicos hacia un nuevo acuerdo de financiamiento, se valoró el progreso y el apoyo a los más necesitados. Argentina aspira obtener financiamiento adicional para eliminar las restricciones cambiarias y reforzar sus reservas, aunque el acuerdo podría formalizarse en 2025. El gobierno de Milei ha logrado superávit fiscal y reducción de la inflación con un drástico ajuste en la inversión pública. 

Sin embargo, al menos la mitad de los miembros del directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó su preocupación por el reciente préstamo de 12.000 millones de dólares concedido a Argentina como parte de un programa de 48 meses por 20.000 millones. Según Bloomberg, algunos directores consideran que el trato fue impulsado más por motivos políticos, en particular por la relación entre el presidente argentino Javier Milei y Donald Trump, que por criterios económicos sólidos. La decisión generó inquietud por el precedente que podría establecer dentro del FMI, especialmente debido al alto nivel de exposición financiera del organismo frente a Argentina, que ya debe 41.000 millones de dólares desde 2018. 

Este giro en la política económica de Milei plantea interrogantes sobre la coherencia de su discurso y las implicancias políticas de su gestión. Mientras tanto, el país sigue enfrentando desafíos económicos significativos, y la relación con el FMI será clave en el futuro inmediato.


El Pulso Político continuará monitoreando de cerca estos desarrollos y sus impactos en la economía y la política argentina.